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A veces, la mente puede ser un torbellino. Pensamientos que van y vienen, preocupaciones que no se detienen, dudas sobre el pasado y el futuro… En la recuperación, aprender a calmar ese ruido interno puede marcar la diferencia entre actuar impulsivamente o encontrar un camino de serenidad.
El Paso 11 de Alcohólicos Anónimos, según lo establecido en su Libro Grande, es una invitación a la conexión y dice así:
«Buscamos, a través de la oración y la meditación, mejorar nuestro contacto consciente con Dios, como nosotros lo concebimos, pidiéndole solamente que nos deje conocer su voluntad para con nosotros y nos dé la fortaleza para cumplirla.»
Guía Completa de los Doce Pasos de Alcohólicos Anónimos
Pero, más allá de las palabras, ¿Qué implica realmente este paso? Básicamente nos invita a hacer una pausa y a conectar con algo más grande que nosotros mismos. No se trata solo de religión ni de rezar como un acto mecánico, sino de aprender a escuchar, a buscar respuestas en el silencio y a confiar en que, cuando nos detenemos a sentir, encontramos dentro de nosotros la claridad que tanto buscamos.
Pero ¿Cómo lograrlo? ¿Qué pasa si nunca has meditado o si no sabes cómo hacerlo? No te preocupes. En este artículo y desde Esvidas exploraremos el significado real del Undécimo Paso y cómo puedes aplicarlo en tu vida diaria, sin importar cuáles sean tus creencias. Porque más allá de cualquier definición, este paso nos recuerda algo esencial: La verdadera guía siempre ha estado dentro de ti. Solo tienes que aprender a escucharla.
¿Qué significa realmente el Undécimo Paso de Alcohólicos Anónimos?
Más allá de las palabras, el Undécimo Paso trata de aprender a escuchar. La vida puede estar llena de ruido:
- Pensamientos acelerados.
- Miedo al futuro.
- Culpa por el pasado.
En la recuperación, esa confusión puede ser un obstáculo enorme. Por eso, el Paso 11 nos sugiere hacer una pausa, crear un espacio de calma y conectar con algo más grande que nosotros mismos, sea un Poder Superior, el universo o simplemente nuestra propia conciencia.
Y no, al igual que todo el programa de Alcohólicos Anónimos y como bien hemos explicado en diferentes artículos sobre este proceso, este no es un paso exclusivamente religioso. No se trata de repetir oraciones sin sentido ni de seguir una doctrina específica. Se trata de fortalecer nuestra claridad interior. La meditación nos ayuda a calmar la mente y la oración, a reflexionar y encontrar dirección. Ambas prácticas nos permiten salir del piloto automático y tomar decisiones desde un lugar más sereno y consciente.
Imagínate a ti mismo frente a un problema difícil. Antes de la recuperación, quizás reaccionabas impulsivamente, buscando alivio inmediato en el alcohol. Ahora, con el Paso 11, puedes darte unos minutos para respirar, cerrar los ojos y preguntarte:
“¿Estoy actuando desde el miedo o desde la serenidad?”
Tal vez en lugar de buscar una solución rápida, decides confiar en el proceso y en la guía que surge cuando te detienes a escuchar.
Otra forma en la que este paso transforma vidas es ayudando a gestionar emociones intensas. En momentos de ansiedad o frustración, una oración sencilla como «Concédeme serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar las que sí puedo y sabiduría para reconocer la diferencia» puede traer calma.

El ruido mental: El principal obstáculo para escuchar tu voz interior
Muchas personas que han luchado con el alcoholismo están acostumbradas a vivir con una mente caótica, pasándose años bebiendo para:
- Apagar emociones difíciles.
- Evitar pensamientos dolorosos.
- Escapar de la realidad.
Ahora que ya no bebes, todo ese ruido sigue ahí, sin anestesia, y puede resultar agotador. La culpa por el pasado, el miedo al futuro, la inseguridad sobre si podrás mantenerte sobrio… Todo se mezcla, haciéndote sentir perdido y desconectado de ti mismo.
Pero aquí está la verdad: Debajo de todo ese ruido, tu voz interior sigue ahí. Esa parte de ti que sabe lo que realmente necesitas, que busca paz y claridad, no ha desaparecido. Solo está enterrada bajo el caos mental.
Y, ¿Cómo se puede reducir ese ruido mental? Aquí hay algunos consejos prácticos:
- Observa tus pensamientos sin juzgarlos.
- Crea momentos de silencio intencional.
- Usa la respiración para regresar al presente.
- Escribe lo que sientes.
Cuando empiezas a seguir estas rutinas, se hace más fácil conectar con esa parte de ti que busca paz y dirección. Y es ahí donde la oración y la meditación entran en juego: No como reglas que debes seguir, sino como herramientas que te ayudan a escuchar.

El arte de la conexión: Cómo practicar el Paso 11 en tu día a día
El Paso 11 de la organización de Alcohólicos Anónimos no es algo que se logra de la noche a la mañana, sino una práctica diaria que nos ayuda a vivir con más claridad y serenidad. No se trata de hacer rituales complicados ni de alcanzar un estado de iluminación mística. Más bien, es un proceso sencillo y accesible para cualquier persona dispuesta a abrirse a la conexión consigo misma y con algo más grande.
Aquí te dejamos algunos pasos importantes para reparar el daño y empezar de nuevo. Además, queremos ofrecerte una guía de ejercicios en PDF que hará que este proceso sea mucho más fácil para ti.
Meditación: Silenciar la mente para escuchar la verdad interna
La meditación puede parecer difícil al principio, especialmente si sientes que tu mente no se detiene nunca. Pero no necesitas «dejar la mente en blanco» para que funcione. La meditación es simplemente un espacio para observar tus pensamientos sin dejarte arrastrar por ellos ¿Por dónde comenzar?
- Busca un lugar tranquilo donde puedas sentarte sin interrupciones.
- Cierra los ojos y concéntrate en tu respiración. No intentes cambiarla, solo obsérvala.
- Si tu mente se distrae (y lo hará), en lugar de frustrarte, simplemente vuelve a enfocarte en la respiración.
- Comienza con solo dos o tres minutos al día. Con el tiempo, puedes aumentar el tiempo si lo deseas.
Si estás teniendo un día difícil, en vez de reaccionar impulsivamente, prueba sentarte cinco minutos en silencio. Respira profundamente y repite mentalmente una frase sencilla como: «Estoy aquí, estoy a salvo, estoy en paz.» Notarás cómo tu cuerpo y mente comienzan a relajarse.
Oración: Una conversación con tu yo más profundo
La oración en el Paso 11 no significa repetir palabras vacías. Más bien, es un momento para pedir claridad y fortaleza, para entregarle a un Poder Superior las preocupaciones que no puedes manejar solo. No importa si tu concepto de Dios es religioso o simplemente una energía mayor que te guía; lo importante es que la oración sea sincera.
¿Qué es lo más importante?
- No te preocupes por «hacerlo bien». Habla como si estuvieras teniendo una conversación con alguien en quien confías.
- Pide solo 2 cosas: Claridad para entender lo que es correcto y fuerza para hacerlo.
- Usa frases simples, como: «Ayúdame a aceptar lo que no puedo cambiar y a tomar decisiones con calma.»
Si sientes que estás perdiendo el control, en lugar de dejarte llevar por la ansiedad, di en voz baja: «Dame serenidad para aceptar esto y fortaleza para seguir adelante.» Aunque parezca simple, repetir estas palabras puede ayudarte a soltar la tensión y recuperar el enfoque.
La disciplina de la introspección: Construyendo el hábito de escuchar
Introspección significa aprender a observarte sin juzgarte. Es un ejercicio diario de honestidad contigo mismo, donde reconoces lo que sientes y piensas sin miedo ni culpa. Cuanto más practiques la introspección, más fácil será identificar patrones en tu comportamiento y tomar mejores decisiones.
¿Qué debes hacer ahora?
- Dedica 5 minutos al final del día para hacerte preguntas como: ¿Cómo me sentí hoy? ¿Actué de acuerdo con mis valores? ¿Qué aprendí de este día?
- Lleva un diario donde puedas escribir sin filtro. No tienes que hacerlo perfecto, solo deja que las palabras fluyan.
- Sé amable contigo mismo. La introspección no es para castigarte por lo que hiciste mal, sino para aprender y crecer.
Si un día reaccionaste con ira o ansiedad ante una situación difícil, en vez de sentirte mal por ello, pregúntate: ¿Por qué reaccioné así? ¿Qué puedo hacer diferente la próxima vez? En vez de criticarte, úsalo como una oportunidad para mejorar.

Preguntas frecuentes sobre el Paso 11
¿Cómo sé que estoy recibiendo la “voluntad” de un Poder Superior y no solo mis propios pensamientos?
Los pensamientos impulsivos o nacidos del miedo suelen generar ansiedad, confusión o una sensación de urgencia. En cambio, la «voluntad» de un Poder Superior, cuando se experimenta de forma auténtica, tiende a traer consigo calma, claridad y una sensación de equilibrio, incluso cuando la situación es desafiante.
Es importante aprender a diferenciar entre la voz de la desesperación, que busca soluciones rápidas y emocionales, y la voz interior que invita a la reflexión y la serenidad.
¿Puedo practicar este paso sin creer en Dios?
Sí, definitivamente puedes practicarlo sin necesidad de creer en Dios. El Paso 11 de Alcohólicos Anónimos está basado en la idea de mejorar el contacto consciente con un «Poder Superior», pero este concepto no tiene que ser necesariamente religioso.
Para muchas personas, ese Poder Superior puede ser entendido de diversas maneras: como la naturaleza, el universo, la energía vital, o incluso como un principio de sabiduría interior o una fuerza que guía hacia el bienestar.
¿Qué hago si me cuesta concentrarme al meditar u orar?
Es totalmente normal que te cueste concentrarte al principio. La mente tiende a divagar, y eso no significa que estés haciendo algo mal.
Si te resulta difícil, empieza con pocos minutos, 3 o 5, y poco a poco aumenta el tiempo. No te frustres si te distraes, simplemente regresa a tu respiración o a las palabras de tu oración sin juzgarte. Puedes usar meditaciones guiadas si eso te ayuda a mantener el foco
Lo más importante es ser amable contigo mismo y recordar que no hay una forma perfecta de hacerlo. Con el tiempo, verás que te resulta más fácil concentrarte.
¿Cómo sé si estoy avanzando en este proceso?
Saber si estás avanzando en este proceso puede ser sutil, pero lo notarás a través de pequeños cambios.
- Es posible que empieces a sentirte más tranquilo, menos abrumado por tus pensamientos, o más conectado contigo mismo.
- Tal vez experimentes una mayor paz interna, incluso en situaciones difíciles, o sientas que tomas decisiones con más claridad y menos ansiedad.
- Si logras aceptar mejor las cosas que no puedes controlar o te sientes más presente en tu día a día, son señales claras de que estás avanzando.
Recuerda que el progreso no siempre es lineal, pero esos momentos de calma o claridad son signos de que estás en el camino correcto.
Recuerda que no se trata de hacerlo perfecto, sino de estar presente, de dar un pequeño paso cada día. Como dijo Carl Jung: “Quien mira hacia afuera, sueña; quien mira hacia adentro, despierta.” Tómate el tiempo para cultivar esa paz interior. No hay prisa. Cada momento que inviertes en tu crecimiento personal, por pequeño que sea, te acerca más a la persona que realmente quieres ser.
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